También resulta paradójico escuchar a personas sin empleo, en clara contradicción con sus urgencias, rechazar una y otra vez ofertas de trabajo relacionadas con la venta porque creen que vender es un empleo de ínfima categoría que les desprestigia.
Ambas paradojas, superficiales por igual en forma y contenido, gozan de un profundo arraigo social y resultarían inofensivas si no fuera porque en el mercado laboral español, en los últimos veinte años, la demanda de vendedores ha superado a la oferta.
Entre los que venden sin querer y los que no quieren vender se encuentran los que quieren vender, pero no saben cómo; las respuestas puede encontrarlas en EyeKnow Films.
Pablo Puszczalo.
12/03/21
Yo añadiría a esa magnifica reflexión, los que quieren vender como agentes secretos, en vez de como agentes comerciales. La exposición pública, el que tu red social conozca a que te dedicas, es más una herramienta de éxito que un motivo para esconderse.
Gracias por tu comentario.
El secretismo del que hablas tiene mucho de cobardía.
Vendedor cobarde no sirve para otra venta. Es más, ni siquiera sirve para la primera.
Coincidimos contigo; existen muchos «Anacletos» aspirantes a «James Bond» embarcados en misiones imposibles.